La prevención es una labor en la que debe estar implicada toda la sociedad. Es muy importante que eventos como macrofestivales, fiestas populares… dispongan de un Plan de Actuación ante Emergencias específico, y que todo el mundo que va a participar en él, tanto trabajadores como asistentes, estén formados e informados respectivamente con el fin de que en caso necesario, la evacuación se pueda realizar de forma rápida y segura.
El hecho de entregar folletos informativos o emitir mensajes por las pantallas gigantes no significa ser alarmista y, en ningún caso, estas acciones se pueden clasificar como exageradas, fatalistas o fuera de contexto, como en alguna ocasión se ha podido leer en algún medio de comunicación.
La organización de estos festivales debería tener claro que la seguridad de miles de personas depende del rigor con el que se realicen estos Planes de Actuación y la formación de las personas que van a participar en ellos. La seguridad de las personas debería prevalecer sobre
cualquier otra consideración, cosa que no siempre ocurre porque la frase “¿para qué hay que hacer esto si nunca pasa nada?” sigue estando muy presente en la sociedad.
La Administración tiene un papel fundamental en estos asuntos ya que es, en última instancia, la que autoriza o no la celebración de estos festivales. Ante la más mínima duda sobre la seguridad de las personas, debería solicitar más información. Ahora bien, en caso de incumplimiento, ¿pueden los órganos competentes de las Administraciones prohibir, en todos los casos, la celebración del evento? La respuesta debería ser que si pero, accidentes como el
que ocurrió en Alemania, nos demuestran que a veces priman otros intereses por encima de la seguridad de las personas.
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